La mayoría de los gatos son muy buenos en ocultar su estrés y ansiedad, pero es importante saber si tu gato está sufriendo de estos trastornos. Los gatos pueden estresarse por muchas razones, como cambios en el entorno, enfermedades, o incluso por la presencia de otro gato en la casa. La ansiedad de los gatos puede manifestarse de muchas maneras, incluyendo el aumento de la vocalización, el aislamiento, el aumento de la grooming, y el aumento de la actividad. Si sospechas que tu gato está estresado o ansioso, consulta a tu veterinario para que pueda evaluar a tu gato y ofrecerte tratamientos adecuados.
Si observas que tu gato está más irritable de lo normal, que tiene cambios en el apetito o en el sueño, que está más inquieto o que se está aislando, puede ser que esté estresado o ansioso. Otros síntomas de estrés en gatos pueden ser lamerse excesivamente, arañarse o morderse, orinar fuera de su arenero o simplemente estar más callado de lo habitual.
¿Cómo actúa un gato con ansiedad?
Los gatos pueden mostrar ansiedad de muchas maneras. Algunos gatos pueden maullar o arañar más de lo habitual, otros pueden orinar fuera de su caja de arena, y otros pueden perder el apetito o tener problemas para dormir. Los gatos también pueden lamerse excesivamente o rascarse, lo que puede conducir a heridas en la piel.
¿Cómo se comporta un gato con estrés?
Los gatos con estrés pueden manifestar su ansiedad de diversas formas, incluyendo orinar fuera de la litera, maullar excesivamente, arañar muebles o paredes, o incluso agredir a otras personas o animales. A menudo, el estrés en los gatos se debe a un cambio en el entorno, como un nuevo bebé en la familia, un traslado a una nueva casa o la introducción de un nuevo gato en la familia. También pueden estar estresados por la ausencia de una figura de autoridad, como el dueño de la casa, o por el ruido y el caos de una fiesta. Si siente que su gato está estresado, es importante buscar la ayuda de un veterinario o un comportamientista de animales para ayudar a aliviar el estrés de su gato.
Para saber si tu gato está estresado o ansioso, fíjate en su comportamiento. Si tu gato está más irritable de lo normal, si está más inquieto o si está comiendo menos, puede ser un signo de que está estresado. Si tu gato se está escondiendo o no quiere jugar, puede ser un signo de que está ansioso. Si observas cualquiera de estos cambios en el comportamiento de tu gato, consulta a tu veterinario.
Los gatos son muy sensibles a los cambios en su entorno y pueden estresarse o ponerse ansiosos por diversas razones. Algunos signos de que tu gato puede estar estresado o ansioso son: escondiéndose, estar en alerta constantemente, no comer o beber, orinar fuera de la litera, arañar muebles o paredes, y maullar o gritar excesivamente. Si sientes que tu gato está mostrando alguno de estos síntomas, consulta a tu veterinario para obtener consejos sobre cómo ayudar a tu gato a calmarse y aumentar su bienestar.